lunes, 13 de agosto de 2012

ACTIVIDADES PRIMERA SEMANA


Semana 1: Lecturas asignadas.

1  EL DESEO

“No pretendas que las cosas sean como las deseas; deséalas como son”
.- Epicteto  de Frigia, filósofo grecolatino (50-135)-

Desear no es pedir un deseo como hacemos cuando soplamos velas en los cumpleaños. Esa costumbre viene de los antiguos griegos que solían ofrecer a Artemisa, diosa de la Luna, unos pasteles redondos que representaban la luna llena. Sobre ella encendían velas simulando el brillo del satélite lunar. Después pedían un deseo y las soplaban para que el humo elevase su petición hasta la diosa.

Hoy en día seguimos soplando las velas para que se cumplan nuestros deseos pero esa no es la manera para lograrlo.  Como tampoco lo es la ingesta de 12 uvas el 31 de diciembre a las 12 de la noche; tradición que se remonta a principios del siglo XX en España, cuando la producción de uvas de 1909 fue tan buena como excesiva, y a los cosechadores se les ocurrió eliminar todo el excedente corriendo la voz de que la suerte acompañaría a quienes despidieran el año comiéndose una uva por campanada. Absurdo, ¿cierto? Pero desde entonces,  se adoptó tal costumbre de generación en generación.

Todos quisiéramos tener un BMW M3: 250 kph, 343 caballos de potencia en un motor de 3.246 c.c., caja de 6 velocidades con electrónica de Fórmula 1, que cuesta 290 millones de pesos; o un apartamento inteligente de unos cinco millones de dólares en el Jade Residences en Brickell Bay, un exclusivo sector  de Miami donde el piloto colombiano de Fórmula1, Juan Pablo Montoya tiene un penthouse de 3.050 m² con tres plantas, seis dormitorios, siete baños, spa y solarium. Desde su habitación, la cocina o la piscina, puede controlar el horno, las luces y la ventilación de su hogar gracias a la alta tecnología del edificio.

Pero eso no es desear, porque una cosa, es decir, que nos gustaría tener ese carro y ese apartamento, y otra muy distinta, creer que podemos tenerlos. Lo más seguro es que usted jamás ha siquiera imaginado llegar a tener un carro o apartamento con esas característica y ¡a esos precios! Porque hasta en la imaginación usted se pone obstáculos.  Entre más inteligente se crea, más lógico, y vivaz, menos deseará. Su realismo se lo impide y como es absurdo, que usted pueda tener un penthouse como el de Juan Pablo Montoya, entonces no se atreve a imaginarlo, esa posibilidad no está a su alcance porque usted es muy cuerdo y le teme a la locura.

“Mirad que no nos entendemos,
ni sabemos lo que deseamos,
ni atinamos lo que pedimos”

-Santa Teresa de Jesús  (1515-1582)-



Reflexión:
¿Qué es lo que usted realmente desea y se atreve a desear?
Intente plasmarlo en una lista.

2.2  EL JOVEN DEL TRASATLÁNTICO

Un joven vivía en Europa y decidió marcharse a los Estados Unidos, porque era un pueblo que admiraba,  allí había libertad, democracia y grandes oportunidades, -pensaba.  De tal forma, vendió absolutamente todo lo que tenía y compró pasaje a New York en el extraordinario  Queen Elizabeth II, el trasatlántico más grande y lujoso del mundo con 345 metros de eslora y 72.5 metros de altura; tiene un edificio de 21 pisos y puede transportar a 2.600 pasajeros.

Abordó en Londres el majestuoso barco que cuenta con incomparables espacios destinados a la diversión, gran lujo y 4 050 m²  de cubierta al aire libre, con varias piscinas, canchas de tenis y otros juegos.  Al principio, el joven pasaba los días en cubierta, miraba las mujeres en la piscina, al medio día pasaba por los restaurantes, se extasiaba con los deliciosos olores que de allí salían, y el pobre hombre, como no tenía dinero, como había gastado todo su capital en la compra del tiquete, sólo atinaba a mirar de reojo la comida, el cinema, el boliche, el casino,  los grandes salones de baile, sin atreverse a entrar a ningún lugar.

La travesía continuaba entre mar y cielo... y al tercer día el joven optó por encerrarse en su camarote para no sufrir más oliendo esa deliciosa y abundante comida que se servía en los restaurantes.  Tenía varios días sin comer, por ende un hambre voraz por lo que tuvo que recurrir a un plan desesperado:
-A mi no me importa que me metan a la cárcel o lo que sea pero tengo que comer.
Entonces se duchó, se rasuró,  se perfumó, se vistió impecable y se fue al mejor restaurante. 

Pidió la mejor botella de vino, las más exquisitas viandas, comió todo cuanto pudo, y tras saciar su apetito llamó al mesero:
-Mire, le dijo, ya estoy lleno y no me importa lo que pase, si quiere lánceme a los tiburones, enciérreme en la cárcel o póngame a trabajar pero no tengo con qué pagarle

El mesero lo miraba atónito sin entender lo que pasaba.
¿Cuánto le debo? -Preguntó el joven.
No sé de qué me habla, -respondió el mesero.
Mire, -replicó el muchacho-, comí lo mejor, bebí lo mejor, quiero saber cuánto le debo.
El camarero respondió:  –no señor usted no debe nada, al comprar el pasaje pagó por todo, en el boleto todo está incluido.



2.3 MIEDO A DESEAR

“No desear nada, es no vivir”
-Paul Géraldy, poeta francés  (1885-1954)-


Por el simple hecho de nacer hemos pagado ya nuestro boleto a la vida, con derecho a disfrutar de una existencia plena y llena de todas las posibilidades; con todas las comodidades incluidas; pero no lo sabemos. Creemos que es ¡tan difícil tener cosas! que  ni siquiera nos atrevemos a imaginarlas y mucho menos a desearlas. Las personas no saben desear realmente, no se atreven a desear porque su realismo se los impide, están condicionadas por él. Las grandes fortunas empiezan en los deseos, quien no desea jamás va a tener algo en la vida.

Desear es reclamarle a la vida todo aquello a lo que tenemos derecho. El problema es que no deseamos, no pensamos en la riqueza como una contingencia para nosotros, la vemos lejana, imposible, por fuera de nuestras posibilidades y contextos. No nos atrevemos a desear porque nos lo impide nuestra conducta intelectual lógica y nuestro concepto de la realidad que nos tocó vivir. Y si uno no exige lo que por naturaleza tiene derecho, sencillamente no lo recibe.

“Todo deseo estancado es un veneno” -manifestaba el literato francés André Maurois (1885-1967) y  "El que se alimenta de deseos reprimidos finalmente se pudre" -decía el pintor y poeta británico, William Blake (1757-1827), porque quien no es capaz de desear mata las esperanzas de una vida mejor. El cobarde que se niega a demandarle a la vida todo lo que, por el simple hecho de nacer le pertenece,  nunca será colmado de riquezas, jamás podrá disfrutar de todo aquello que las personas, desde muy diferentes perspectivas, quieren poseer, vivir o gozar en la existencia.

No obstante, simplemente desear algo no es la respuesta. Una cosa es fantasear y creer que se desea, y otra, bien diferente, es saber desear. Hay que distinguir entre ambos. Querer no es más que la aceptación de un bien o una satisfacción, que muchas veces viene del instinto o del capricho. Desear es aspirar con vehemencia la posesión o disfrute de algo. Anhelar que acontezca algún suceso que mejore nuestras vidas. “El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos” -decía Pitágoras.

Es difícil asimilar estas ideas, ya que estamos acostumbrados a tomar el deseo como un concepto abstracto que no reconocemos como propio y porque como sostiene la consultora ejecutiva norteamericana  Carol Kinsey Goman, “A veces es más fácil creer en fantasmas que mirar francamente los temores propios”.

El deseo en el sentido freudiano, en tanto  que inconsciente, es lo que no sabemos. El deseo se trata de algo que está en nosotros, que nos mueve y nos agita pero que no podemos reconocer como propio, del cual no podemos sentirnos sus agentes[1]. Y es que aprender a desear no es fácil, se necesita valor. “Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.”  -decía Aristóteles (año 4 a. C.-65 d. C.)


2.4 ¡ATRÉVASE A DESEAR!

"Sólo hay un principio motriz: el deseo" 
-Aristóteles (384-322 a. C.) filósofo griego-


El primer gran secreto para triunfar es desear, el pianista polaco Arthur Rubinstein (1886-1982) lo descubrió: “Por eso he descubierto algo que puedo llamar el resultado de un milagro: cuando mi ser interior desea algo, en forma subconsciente la vida me lo concede”. Cuando el ser humano, realmente desea algo y conscientemente lo expresa, casi automáticamente pone a trabajar su subconsciente, junto con los talentos de que disponga para hacer realidad todo cuanto desea. 

La forma en que manejamos el deseo depende de cada persona Desear es una posición que adoptamos frente a las cosas; la fuerza singular que nos conduce por el mundo. Desear implica estar dispuesto a lograr determinado objetivo. “Dime qué cosas tienes y te diré a qué posición social perteneces”; he ahí una de las máximas que ha caracterizado el mundo de los ricos y que es, en el fondo, lo que les hace adinerados porque como no tienen miedo a desear, obtienen todo cuanto desean.

Es imperativo desear con absoluta convicción, pues es difícil que algo suceda si no creemos que sucederá.  El deseo, por el solo hecho de ser deseado se hace realidad; obviamente, poniendo a funcionar toda la maquinaria de fuerzas propias que terminarán ejecutándolo.  El deseo conduce a iniciar nuevos caminos, a elaborar sueños de un mundo mejor, a ir siempre más allá y evitar el estancamiento.

Entonces, ¡atrévase a desear!  Desee abundantemente;  si se quiere, permítase ser ilógico: “La lógica no es una ciencia ni un arte, sino una evasión”  -sostiene el traductor Benjamín Jowett. “La sensatez no conviene en todas las ocasiones; a veces hay que ser un poco loco” –decía el rey griego Menandro.  No se crea tan inteligente en estos momentos, salte a una dimensión mayor de inteligencia, atrévase a desear, a soñar con las cosas maravillosas de la vida, todas las puede tener, introdúzcase en ese mundo prodigioso, la vida es mágica si usted busca el milagro.

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.  ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?  (Mateo.7: 7-11)  Pero nosotros no pedimos, no buscamos ni llamamos, por eso no recibimos ni se nos abre.

El escritor griego, Nikos Kazantzakis (1885-1957) subrayó: “Tienes el pincel y los colores pinta el paraíso y después entra en él”. Usted tiene su mente para desear las cosas más asombrosas de la vida, los pinceles y los colores son los deseos por extraños que parezcan, entonces pinte su propio paraíso, penetre en sus deseos y el mundo maravilloso de la magia empezará a florecer en forma de milagros. Usted puede vivir una nueva realidad! Atrévase a pensar lo impensable, a soñar lo insondable, a construir con sus colores y pinceles una vida más cómoda y placentera.


2.5 ¿POR QUÉ NO SOÑAR?

"Si lo puedes soñar lo puedes lograr"
-Walt Disney  (1901-1966)-

El escritor mexicano Héctor Tassinari dice en su libro: Tú puedes ser el mejor:  "Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad", y agrega: “cada hombre puede mejorar su vida mejorando su actitud”.  Eso es cierto. El sueño más extraño que usted tenga en la mente es realizable, ¿por qué se niega esa oportunidad si no hay nada que el ser humano no pueda conseguir?

La fortuna empieza en los sueños. Todo lo que han hecho los grandes hombres usted también puede hacerlo; ellos no tenían más de lo que usted tiene ahora para poder lograrlo; quizá de lo único que usted carece es de tener grandes sueños, deseos, objetivos, esa es la única diferencia entre usted y millonarios como: Conrad Hilton, Andrew Carnegie, Randolph Hearst o Kim Woo-Choong.

Permítase crear su propio paraíso simplemente soñando, con el anhelo de volar, el valor de desear y penetrará en un mundo donde el milagro lo va a acompañar siempre y se dará cuenta de que el milagro sí existe porque lo creamos nosotros mismos. Cuando usted se atreve a desear no sólo para sí sino también para los demás se está forjando un nuevo destino. "Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar” -anota el escritor brasileño Pablo Coelho.

Hay un ancho y largo mundo lleno de oportunidades para usted que espera ser soñado. Haga que sus sueños se despierten, no le ponga fronteras a su imaginación. Hoy puede ser el día, hoy puede ser el gran día en que usted se atrevió a soñar.  "Si has construido castillos en el aire, no es trabajo perdido, allí es donde deben estar. Ahora trabaja en construir los cimientos" –sugería el escritor y ensayista estadounidense Henry David Thoreau (1817-1862).


“El verdadero soñador es el que sueña lo imposible”
                                                     -Elsa Triolet, escritora franco-rusa (1896-1970)-

2.6 KIM WOO-CHOONG: MODELO DE SOÑADOR


Kim Woo-Choong nació en 1936 en el seno de una familia humilde de Corea del Sur; desde los 14 años tuvo que rebuscarse la vida  vendiendo periódicos en la calle para mantener a su familia y poder estudiar.  Se graduó en Ciencias Económicas, vivía en cuarto alquilado cuando en 1967 pidió un préstamo de 10.000 dólares para montar una empresa textil a la que  le puso como razón social Daewoo Industrial Co. Ltd, (Daewoo en español significa “gran universo”.)

Comenzó fabricando camisas, pero paulatinamente la empresa se expandió y produciendo cristal, barcos, productos electrónicos y automóviles, hasta convertirse en una de las 20 multinacionales más grandes del mundo.  30 años después,  Kim Woo-Choong era uno de los hombres más ricos del planeta, sus negocios  abarcaban: automotores; comercio; construcción, finanzas, maquinaria pesada, astilleros, artículos electrónicos, telecomunicaciones, hotelería y servicios.  Pero también construyó hospitales rurales y financió investigaciones médicas, entre otras obras filantrópicas. “Las personas verdaderamente inteligentes saben usar con prudencia tanto el dinero como el tiempo” dice este magnate..

En su libro It's a Big World and There's Lots to be Done (El mundo es tuyo pero tienes que ganártelo)[2], traducido a 19 idiomas,  describe sus experiencias y  comportamiento para llegar a ser famoso y multimillonario. “En la vida las oportunidades hay que atraparlas, porque están siempre ahí fuera esperando” –dice y además, sostiene que existe en nuestro mundo un sinfín de posibilidades para desarrollarse. Refuerza continuamente que manteniendo una actitud positiva, teniendo la disposición al trabajo y siguiendo conceptos y filosofías ordenadas se puede alcanzar cualquier meta.

Tuvo dos accidentes de aviación: “ninguna de esas veces pasó siquiera por mi mente la idea de la muerte, siempre veo las situaciones críticas sólo como fugaces momentos de peligro, soy optimista por naturaleza”. Se especializó en comprar empresas quebradas, porque  “cuando otros comienzan a contar sus posibilidades yo comienzo a contar mis posibilidades, si las posibilidades de éxito son de 1%, el verdadero hombre de negocios ve en ese 1% la chispa que le permite encender el fuego”.  Manifiesta que en el mundo en general, lo importante es lograr siempre la sinergia. Esto es, no debemos sumar 1+1 sólo para obtener 2, sino para obtener 10 y mucho más;  para lograrlo es importante la perseverancia y la dedicación.

El presidente Kim, como le conocían sus empleados decía que los sueños son la fuerza capaz de transformar al mundo y hacer a la persona héroe de la historia mundial; pero desgraciadamente mucha gente ha dejado de soñar. Considera que un país sin soñadores es como un barco sin timón, expuesto a los vaivenes del clima y a las catástrofes naturales o provocadas por el hombre.


 

2.7  SER AMBICIOSO


“La ambición individual es el ímpetu que lleva al éxito
y que le genera el impulso extra que se requiere para lograr las cosas”
-James Chang, médico norteamericano-


Tan hipnotizados estamos y tan sujetos a paradigmas reducidores de las posibilidades humanas, que creemos que ser ambiciosos es malo, cuando utilizamos el término lo hacemos de manera insultante, como si fuera un defecto, porque así fuimos programados, igual que el esquema informático para un computador. Parecemos programados funcionalmente para imitar las funciones de los demás.

Nos comportamos como máquinas. "El cerebro ha sido programado de manera que ciertas cosas le parezcan agradables y otras desagradables, y él sigue ciegamente el programa cibernético. Se alegra cuando tiene que alegrarse, cuando la cinta del ordenador le dice que se alegre, y se apena cuando le dice que tiene que apenarse. Obedece al programa como el robot más fiel”[3].

Nos han metido en la cabeza que ambicionar es malo.  !Falso! La ambición es una cualidad noble de la persona que ansía, debemos ser ambiciosos en el momento de soñar. La ambición  es buena porque ahí comienza el camino del deseo, la ambición expande los deseos del hombre, lo lleva a pensar en grande y a obtener impresionantes conquistas.

Ambición en una palabra maltratada, mal comprendida y mal utilizada; los hombres sientan vergüenza de ser ambiciosos porque están condicionados, porque tal vez confunden ambición con codicia y ése no es el caso; tampoco se trata de envidiar lo ajeno sino de trabajar por lo propio. “El que ambiciona lo ajeno, pierde temprano lo propio” –apuntaba el fabulista macedonio Fedro (15 a. C.-50 d. C.)  La mayoría de los mortales no saben que la ambición es una virtud, un motor que impulsa, una pasión propia de los visionarios, de  las personas que logran realizar las cosas, transformar su destino y hasta cambiar la historia.

“El ambicioso sube por escaleras altas y peligrosas y nunca se preocupa de cómo va a bajar. El deseo de subir ha anulado en él el miedo de la caída” -expresaba. Thomas Adamsfundador de la famosa empresa Chiclets Adams. Es preciso entonces, ser ambicioso, no conformarse con poco, para tener más hay que desear más, ser más y hacer mucho más. “Nadie sabe que tan alto puede volar, tu mismo no tendrás noción hasta que te atrevas a extender tus alas”. Si usted no se atreve a desear con ambición jamás sabrá hasta dónde pudo haber llegado


“El hombre es poco ambicioso;
le basta una buena digestión para encontrar la vida agradable”
-Friedrich W. Nietzsche-


[1]CASTRILO MIRAT, Dolores, Necesidad, demanda, deseo [en línea].  En : Diccionario crítico de ciencias sociales [en línea[. Publicación Electrónica, Universidad Complutense, Madrid 2004.[citado 15 abril 2006]   Disponible en Internet:
http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/N/necesidad_demanda.htm


[2]WOO-CHOONG, Kim.  El mundo es tuyo pero tienes que ganártelo. 2 ed.  México DF.  : Iberoamérica,  1999.  150 p

[3]VALLÉS, Carlos G. S.J. Ligero de equipaje. Tony de Mello un profeta para nuestro tiempo [en línea]. 2002-[citado 13 enero 2005]. Disponible en Internet: www.opuslibros.com

3 comentarios:

  1. Ruben Dario Salgado
    muy buenas lecturas, te hacen reflexionar y darte cuenta de lo equivocado que se esta.

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  2. Buenas lecturas, las cuales indican que el hombre no solo debe vivir en sueños, sino hacerlos realidad, por medio de objetivos y estrategias. Los sueños son parte de la vida y como tal hay que afrontarlos de la mejor manera.

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  3. Me gustaron mucho las lecturas, deseare con mas fuerza todos mis proyectos de vida para hacerlos realidad, gracias por los muy buenos concejos de estas lecturas.

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